La diarrea en bebés se define como el aumento en el número de deposiciones diarias o bien la disminución de su consistencia habitual, es decir, cuando las heces son más líquidas de lo habitual. Cada niño realiza deposiciones a un ritmo determinado pueden ser varias veces en un día normalmente después de ser amamantado y con una consistencia diferente.
¿Qué es la gastroenteritis? Es una enfermedad infecciosa y viral bastante común, caracterizada por la inflamación del tracto gastrointestinal. Los síntomas principales son diarrea, vómito, dolor abdominal, calambres y a veces la aparición de fiebre.
La consecuencia más grave de la diarrea en el bebé es la deshidratación, sobre todo si se acompaña de vómitos.
¿Como podemos tratar la diarrea en bebés?
Una de las recomendaciones es reponer la cantidad de líquidos perdidos por nuestro bebé, es decir, hidratarlo, darle agua seguido y las sales que el bebé pierde por las heces y ofrecerle una nutrición correcta que le ayude a vencer la infección.
Prevención de la gastroenteritis infecciosa (Diarrea)
Para prevenir la gastroenteritis infecciosa en los lactantes es eficaz la lactancia materna y extremar las medidas de higiene en guarderías y en la familia si hay alguien infectado, el lavado de manos y de la zona sanitaria, sábanas o de superficies donde haya tenido algún contacto directo o indirecto a heces de manera frecuente es una buena forma de prevenir el contagio. Existen vacunas específicas contra uno de los virus que más causan diarrea en el bebé, conocido como rotavirus. Estas vacunas pueden ser administradas de forma oral en bebés desde las 6 semanas de nacido.
¿Sabías qué? El rotavirus es la causa más común de gastroenteritis aguda en el mundo y afecta principalmente a niños y lactantes. La (OMS) Organización Mundial de la Salud cifra entre 450.000 y 550.000 las muertes infantiles al año en todo el mundo causadas por esta infección.
Cuando un bebé que está siendo amamantado de manera exclusiva tiene diarrea, sin duda, debe seguir con la lactancia materna. En bebés amamantados, éste es un proceso que raras veces es grave, ya que los factores inmunes presentes en la leche materna no solo previenen la gastroenteritis (diarrea), sino que también ayudan a curarla, la leche materna está compuesta por una serie de factores que ayudan a recobrar el intestino.
Los bebés pueden deshidratarse con mucha facilidad, especialmente cuando tienen menos de seis meses de edad. Los signos de deshidratación son:
- Somnolencia muy potente.
- Falta de orina en los pañales.
- Ojos y fontanela hundidos.
- Boca y labios secos.
En caso de tener un bebé menor de 6 meses afectado por gastroenteritis es muy importante consultar inmediatamente al pediatra.
Según la Doctora Esther Martínez García, Especialista en Pediatría. Nos indica que las deposiciones de los niños recién nacidos, durante las primeras semanas, sus heces son liquidas y de color entre amarillo y verde; y, que en algunos casos pueden observarse algunos grumos.
En los niños alimentados con leche materna las heces son líquidas o pastosas durante todo el periodo de lactancia y pueden realizar una deposición cada vez que maman. Los niños que toman leche artificial suelen hacer las deposiciones más consistentes y menos frecuentes. Ambas situaciones son normales y no son una diarrea, el bebé tendrá un buen aspecto, no tendrá signos de deshidratación, vómitos ni fiebre.
¿Cuándo consultar al Pediatra?
- Si la diarrea dura más de dos o tres días (siendo completamente liquida o pastosa)
- Cuando hace muchas deposiciones al día y se acompañan de vómitos (mas de 8 deposiciones al día)
- Si en las heces aparecen sangre, pus o mucosidad
- Si el bebé tiene fiebre (mayor a 38.5)
- Si el bebé rechaza completamente la alimentación y los líquidos
- Si el bebé tiene signos de deshidratación como lo son la sequedad de piel, boca y ojos (es decir, cuando no hay lágrimas ni babea), está pálido, el pulso le va muy deprisa y orina poco de lo normal.
